Del mismo modo, hay que prestar mucha atención a la hidratación, ya que con las temperaturas altas se acentúa la pérdida de líquidos. Lo correcto es beber antes, durante y después del ejercicio. Del mismo modo, no debemos olvidar la protección solar si vamos a realizar la actividad física al aire libre.
Además, como ya hemos visto, es importante conocer cuándo es el mejor momento para realizar cualquier ejercicio físico. En este sentido, levantarse temprano para ejercitar nuestro organismo nos ofrece un gran número de beneficios. Se ha demostrado que la práctica deportiva a primera hora de la mañana nos ayuda a mejorar el humor, acelera la eliminación de líquidos y regula nuestro ritmo circadiano.
Sin embargo, las obligaciones diarias y los compromisos muchas veces nos impiden dedicar un tiempo a nosotros a primera hora para la práctica deportiva. Si es nuestro caso, no nos debemos preocupar, ya que tenemos muchas más horas a lo largo del día para hacer deporte.
Eso sí, antes de salir de casa es recomendable tomar un buen desayuno que nos aporte la energía necesaria para el ejercicio, al menos una hora antes de comenzar. Es importante no saltarse este consejo, ya que se debe tener en cuenta que la mayor parte de la energía que nos aporta la cena del día anterior ya se ha utilizado cuando llega la mañana, y el nivel de azúcar en la sangre puede ser bajo. De ahí que si no comemos, podemos sentirnos sin fuerzas o mareado al realizar cualquier tipo de ejercicio.
Es fundamental también que haya constancia, ya que si se interrumpe nuestro programa diario de entrenamiento, luego será mucho más complicado volver a adquirir la rutina. Para ello, la motivación es nuestra principal arma para combatir el sedentarismo y evitar que se abandone nuestro entrenamiento diario. Para evitar que esto ocurra, es muy recomendable realizar deporte a primera hora de la mañana, ya que es el momento ideal para realizar cualquier tipo de actividad física. Aunque el deporte es siempre beneficioso para nuestro cuerpo y nuestra mente, cuando éste se realiza por la mañana sacamos más partido del esfuerzo realizado.
– Una de las principales ventajas de entrenar a primera hora del día es que no nos surgen imprevistos que nos impidan ponernos en marcha. Si nos despertamos un poco antes cada día para ir a correr, andar o realizar cualquier otro ejercicio, conseguimos una continuidad en nuestro programa de actividad física.
– La actividad física mejora nuestro estado de ánimo, gracias a la producción de endorfinas. Estas moléculas son producidas por una pequeña glándula situada en la base del cerebro que se estimula con el ejercicio físico. Las endorfinas inhiben las fibras nerviosas que transmiten el dolor, disminuyen la ansiedad y aumentan la percepción de bienestar. Así, comenzar el día ejercitándonos nos permitirá afrontar el día con una buena dosis de buen humor, ya que los beneficios del ejercicio potencian la actividad mental durante las 10 horas posteriores al entrenamiento.
– El deporte a primera hora nos ayuda a regular el ritmo circadiano, que es el que regula el ciclo sueño-vigilia que se repite constantemente en nuestra vida. Por el contrario, realizar deporte a última hora del día no es recomendable para las personas que tienen dificultad para conciliar el sueño, ya que puede provocar una activación de nuestro organismo.
– Evitar el calor. A primera hora del día el sol aún no aprieta, por lo que el ejercicio no resulta tan pesado. La temperatura agradable de las primeras horas de la mañana nos permite evitar problemas de insolación o la deshidratación de nuestro cuerpo. Además, luego tendremos todo el día libre para realizar otros planes.
– El ejercicio por la mañana acelera también la eliminación de líquidos, por lo que es muy recomendable para todas aquellas personas que quieran eliminar esos kilos de más. Realizar ejercicio aeróbico al empezar el día genera un mayor consumo de grasas. Si, por el contrario, tu objetivo es mejorar la fuerza, será más eficaz buscar un hueco en las horas centrales del día.
Consejos para el entrenamiento matutino
Aunque la práctica deportiva a primera hora tiene muchos beneficios, es necesario seguir estos consejos para no poner en riesgo nuestra salud y para obtener los beneficios lo más rápido posible.
- Desayuna antes de entrenar: según el ejercicio que vayas a realizar modera tu ingesta calórica, si es una actividad ligera un pequeño tentempié te servirá para asegurar los niveles mínimos de glucosa en sangre necesarios y si el entrenamiento será intenso, desayuna algo más fuerte.
- Toma algo después de entrar: Adapta tu tentempié al ejercicio que hayas realizado.
- Programa la hora: de levantarte, el aseo, el desayuno y el ejercicio. Una buena planificación garantiza que puedas cumplir con tu objetivo sin agobiarte.
- Deja preparado el material: Prepara todo antes de acostarte (la bolsa, la ropa, el pulsómetro o las zapatillas). Esta previsión evitará que sientas pereza cuando suene el despertador.
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