– Esta evaluación física ayuda a motivarnos. Hay que realizar esta evaluación antes de comenzar el entrenamiento y repetirla cada uno o dos meses. En ese período de tiempo el cuerpo se habrá adaptado al nuevo entrenamiento y se comenzarán a notar los primeros resultados. No hay que fijarse sólo en si hemos perdido peso o si hemos ganado musculatura o definición. Hay otros aspectos que nos motivarán a continuar con nuestro progreso: la resistencia y fuerza nos demostrarán que si estamos obteniendo progresos aunque no sean visibles.
– Las distintas evaluaciones nos permitirán ajustar nuestro entrenamiento para obtener los mejores resultados. Al realizar un seguimiento continuo a través de las diferentes evaluaciones, tendremos más información a nuestro servicio para alcanzar los objetivos que nos hayamos marcado al comienzo de nuestro programa. Si los resultados o la evolución no son los que nos habíamos marcado, podremos ajustar el entrenamiento para conseguirlo.
– Adaptar el entrenamiento físico a la persona, no sólo a sus condiciones físicas, sino también a su personalidad, trabajo, necesidades y estilo de vida. Es lo que se conoce como entrenamiento funcional. Quien comienza a hacer ejercicio es una persona que busca mejorar sus salud, su estado físico, el rendimiento o su calidad de vida. Para poder fijar un entrenamiento acorde a sus necesidades y particularidades es necesario conocer, estudiar y analizar su nivel de actividad. De este modo, será más sencillo conseguir los objetivos que se buscan.
0 comentarios: