Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es probarlo previamente, asegurándonos de que se adapta perfectamente a la curvatura de nuestra espalda, y de que cuenta con la firmeza y la textura correcta. Para ello nada mejor que tumbarnos sobre el mismo adoptando varias posturas. En este post te damos algunos consejos en este sentido.
Antes de comprar un colchón tienes que probarlo de esta forma
Antes de lanzarte a la piscina y comprar un colchón, es recomendable determinar cuáles son sus principales características y si, definitivamente, puede ajustarse a tus necesidades. Te proponemos las siguientes claves:
Cómo poner la espalda
Es indispensable comprobar si el colchón se adapta correctamente a la curvatura de la espalda, para lo cual tenemos que tumbarnos boca arriba durante unos minutos. Si advertimos que nuestra columna vertebral se arquea en forma de V, el modelo no nos ofrece el suficiente soporte lumbar.
Antes de comprar un colchón, hemos de comprobar que se adapta a la curvatura de nuestra espalda.
Por otro lado, según un estudio realizado por la asociación ASOCAMA (Asociación Española de la Cama), el 64,7% de los españoles duermen sobre el costado. Por ello, tenemos que averiguar si el colchón también se adapta a nosotros en esta postura, asegurándonos de que no sentimos presión en el hombro y las caderas. Es fundamental que nuestra espalda quede recta.
Cambia de posturas
La movilidad es una de las cuestiones más relevantes a la hora de comprar un colchón. Por eso es importante que nos giremos unas cuantas veces hacia ambos lados, comprobando la sensación que nos aporta. Si nos sentimos atrapados o presionados y nos cuesta movernos, lo mejor será que descartemos ese modelo.
Grado de Firmeza
El nivel de firmeza es una de las grandes claves para analizar la calidad del equipo de descanso antes de comprar un colchón. Para medirlo, nada mejor que tumbarnos tensando levemente el cuerpo y comprobando si entre la zona lumbar y la superficie queda espacio. De ser así, sería demasiado firme. Si por el contrario, se hunde, tampoco es aconsejable.
Dimensiones del colchón
Las medidas deben adaptarse perfectamente a la estructura de la cama y a las características de las personas que duermen en ella. Lo ideal es que antes de comprar un colchón te fijes en que sea entre 10 y 15 centímetros más alto que nosotros, y lo suficientemente ancho para que podamos movernos con comodidad. Lo recomendable para matrimonios es de 180 cm.
¿Duermes solo o en pareja?
El tamaño del colchón debe ser suficiente para abarcar el total de personas que van a usarlo. Por ejemplo, para una cama de matrimonio será necesario un colchón amplio que garantice un movimiento independiente a los dos individuos. Es fundamental que no se choquen entre sí ni se sientan comprimidos. Por ello, a la hora de probar el colchón, lo ideal es que ambos acudan a la tienda.
La movilidad y el grado de firmeza son dos de las cuestiones más relevantes para analizar la calidad del colchón.
¿Eres alérgico?
Si sufrimos alergia al polvo o a los ácaros, a la hora de comprar un colchón lo mejor será que escojamos un modelo que no acumule demasiada suciedad. El látex es ideal para ello, ya que no acumula alérgenos. Por el contrario, los colchones de muelles quedarían totalmente prohibidos, pues acogen ácaros en su cavidad interna. Las cubiertas acolchadas o pillo top tampoco son aconsejables en este caso.
La temperatura corporal importa
Dependiendo del tipo de material con el que esté construido el colchón, nos proporcionará más o menos calor. Por ejemplo, si su sistema es de muelles ofrecerá una buena ventilación, algo muy conveniente para los más calurosos. Por el contrario, el látex no sería una buena idea. Conviene informarnos sobre este detalle antes de comprar un colchón.
¿Qué os parece este artículo sobre las consideraciones previas a comprar un colchón que todos deberíamos tener en cuenta?
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