Antes de lanzarte a comprarlos, existen diferentes tipos de colchones según material y estructura que debes conocer si quieres conciliar el sueño.
Un colchón de calidad es uno de los elementos clave para un buen descanso, y a su vez, este último es imprescindible para nuestro bienestar. En este sentido, es importante que elijamos el modelo que mejor se adapte a nosotros, teniendo en cuenta factores como el tamaño, el material y la textura.
¿Qué tipo de colchón es mejor para mí?
En el mercado encontramos una enorme variedad de diseños, fácilmente adaptables a nuestra forma de descanso dependiendo de las características de cada uno. De ahí que exista una buena lista de clases de colchón en el mercado. Algunos de los tipos de colchones según material más importantes son los que presentamos a continuación.
Colchón viscoelástico
Es uno de los tipos de colchones más recomendables, pues es resistente, aporta comodidad y permite una buena circulación del aire. Ofrece un alto grado de adaptabilidad a nuestro cuerpo y una firmeza media, aunque esto depende de las características de cada colchón, ya que dentro de este grupo existen varios modelos; cuanto mayor sea la cantidad de viscoelástico que contenga, mejor será la adaptabilidad.
Entre sus principales ventajas encontramos su tacto suave y mullido, así como su firmeza intermedia (óptima para el descanso), su fácil adaptabilidad y también el hecho de que no genera frío ni calor. Además, es muy recomendable para personas con dolores musculares. Entre sus inconvenientes encontramos su alto coste comparado con otra clase de colchones y la alta densidad de algunos modelos, que puede resultar incómoda para algunos.
Colchón de espuma
Es uno de los tipos de colchones más clásicos de la lista, aunque gracias al avance de la tecnología han sabido adaptarse al mercado actual. Está formado principalmente por poliuretano o poliéster, y su nivel de densidad puede variar dependiendo del modelo; lo ideal es de 25 Kg/m³. Se trata de un colchón firme, resistente y duradero, a la par que económico, aunque no proporciona la misma firmeza de otros modelos y puede llegar a ocasionar demasiado calor.
Colchón de muelles
Es el más firme de todos, aunque también ofrece flexibilidad y una buena ventilación. A mayor cantidad de muelles por metro cuadrado, mejor apoyo tendremos. Entre sus grandes ventajas podemos nombrar su elasticidad y transpirabilidad, así como el hecho de que mantiene la temperatura del cuerpo. Asimismo, este tipo de colchones suelen ser muy económicos. En cuanto a sus desventajas, encontramos la deficiente adaptabilidad de algunos modelos y su tendencia a acumular ácaros.
Colchón de gel
Estos tipos de colchones son ideales para los más calurosos, este tipo de colchones están compuestos por columnas de gel colocadas en su superficie, que reaccionan flexionándose ante la presión del cuerpo. Proporciona una textura suave y firme, y favorece una postura de descanso ergonómica al liberar los puntos de presión. No suele ocasionar reacciones alérgicas y ofrece una óptima ventilación. No obstante, no es apto para personas con sobrepeso ni para aquellos que prefieran el calor.
Colchón de látex
Es ecológico y resistente, favorece la circulación del aire y no retiene la humedad. No se deforma con facilidad, y ofrece una firmeza media/alta muy aconsejable para personas con dolores musculares. Soporta perfectamente los movimientos y no tiende a acumular ácaros. Sin embargo, queda totalmente prohibido para los alérgicos al látex y se deteriora con mayor facilidad que otros colchones.
Colchones especiales
Hablamos de los tipos de colchones ortopédicos y sanitarios, adecuados para personas que, por cuestiones de salud, deben pasar mucho tiempo en la cama. Se usan por recomendación médica y ofrece una extraordinaria adaptabilidad. No obstante, no deben ser utilizados sin la supervisión de un médico.
Colchón de agua
Su núcleo está formado por un conjunto de módulos rellenos de agua. No aporta demasiada firmeza y presenta una gran movilidad, por lo que no es recomendable para personas con dolores musculares o problemas en las articulaciones. No cuentan con mucha aceptación, por lo que no es fácil encontrarlo en las tiendas tradicionales del sector.
Futón o colchón japonés
Este tipo de colchones están fabricados con varias capas de algodón, tienen una base dura debido a su reducido espesor. Puede ser plegable, lo que nos ofrece una gran comodidad a la hora de guardarlo. Debe renovarse con frecuencia y no tiene mucha aceptación en Europa.
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