Primeros pasos para caminar hacia la Libertad Financiera

Teniendo claro que para lograr la libertad financiera necesito adquirir Activos que me proporcionen unos ingresos pasivos superiores a mis gastos mensuales, cuanto menores sean mis gastos menor será la cantidad de ingresos pasivos que necesitaré para alcanzar la libertad financiera.
Analizando nuestra situación, nuestro gasto más importante es la hipoteca de casa.
A principios de año decidimos hacer una amortización anticipada de la hipoteca para reducir la cuota mensual. Nunca lo habíamos hecho antes, pero cuando me hice los cálculos de los intereses que pagamos, nos dimos cuenta que era mejor ir reduciendo la cuota.

Gracias a la bajada del euribor, también ha bajado la cuota con respecto al año pasado, así que en el plan de ahorro que estoy haciendo, además de separar el 30% de nuestros ingresos a las cuentas de Ahorro, Inversiones y Regalos, también estoy separando la diferencia de la cuota que pagábamos el año pasado menos la cuota de este. Me hago a la idea que pago la misma cantidad que pagaba el año pasado y de esta forma voy ahorrando dinero. Antes de que termine el año haremos una nueva amortización anticipada con esta cantidad que hemos ahorrado.
Como el euribor ahora está bajo es una oportunidad para ir reduciendo poco a poco cuota mensual. Todos los años seguiré separando la diferencia de las cuotas y luego haremos de nuevo amortización de capital.
Lo primero que hay que hacer es deshacerse de la deuda mala. Bajarla mes a mes. Igual que en mi plan para reducir la hipoteca, se puede hacer lo mismo con otras deudas contraídas, con tarjetas de crédito, prestamos personales, …

  • Cada mes vas pagando la mensualidad de cada una de las deudas. Y destinas un poquito más a la cuota de una de las deudas.
  • Cuando terminas de pagarla, destinas el importe total que pagabas por ella y lo añades a la cuota de otra de las deudas. Ahora en esta segunda deuda estas pagando la mensualidad más un importe adicional con lo cual terminarás de pagarla antes.
  • Cuando se termine destinas todo el importe que pagabas y lo sumas a la cuota de la siguiente deuda, y así hasta que terminas con todas.

  • Requiere disciplina y constancia pero la recompensa merece la pena. Controlas tu futuro en lugar de ser controlado por las deudas, creo que merece la pena.

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