Cómo combatir la obesidad infantil



La obesidad infantil es uno de los grandes males que padece nuestra sociedad actual y causante de muy diversas enfermedades del siglo XXI. 


Prácticamente,  uno de cada tres niños y adolescentes sufren obesidad, lo que ha llevado a muchos profesionales dentro del campo de la salud y la nutrición a analizar esta crítica situación en la 61 ª edición del Congreso de la Asociación Española de Pediatría, bajo el título de “Obesidad y Equilibrio Energético” y  de donde se han extraído interesantes conclusiones, ¿las quieres conocer?, entonces sigue leyendo.
La actitud sedentaria, una dieta inadecuada y la educación son algunos de los factores que más influyen de forma determinante en la salud de los más pequeños.

Hoy en día, el tiempo que dedican los niños a divertirse,  no es precisamente para participar junto a sus amigos en los juegos de antaño que requerían  cierto dinamismo y ejercicio, sino que ahora, los peligros en las calles y la pereza, en general,  de los menores para hacer deporte, han potenciado una actitud sedentaria favorecida,  en buena medida, por la televisión y las nuevas tecnologías como los videojuegos, los ordenadores o dispositivos móviles de última generación.
Este ocio pasivo es al que hizo alusión uno de lo profesionales invitados a este Congreso . El profesor Dr.  Luis Moreno,  Titular de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zaragoza,  afirma, entre otras muchas cosas, con relación a la obesidad que “es producto de profundos cambios sociales y de conducta que afectan negativamente a la actividad de los niños”.
Para ello, el especialista puso de manifiesto algunos ejemplos como la inseguridad en las calles, el ocio pasivo en forma de consolas, videojuegos o Internet y la disponiblidad de lugares para desarrollar un deporte o actividad física determinada.
Por otro lado, sin lugar a dudas, la alimentación es un factor determinante en toda esta situación. No obstante, conviene recordar según palabras de la profesora Dr.  Isabel Polanco, catedrática de Pediatría de la Universidad Autónoma de Madrid y Jefe del Servicio de Gastroenterología Nutrición Pedriática del Hospital de la Paz,  que “no existen alimentos buenos y malos, sino dietas más o menos adecuadas“.
En cualquier caso y siguiendo las recomendaciones de la doctora, lo realmente importante y que se debería inculcar a los niños desde temprana edad en el ámbito familiar y la escuela  es evitar la ingesta de  alimentos con un nivel de calorías superior al que requiere el propio organismo del pequeño, siendo lo más importante “mantener el equilibrio energético de nuestro cuerpo”.
Además de todos estos factores, parece haber algún tipo de relación entre la obesidad y la herencia genética. Para ello, el profesor Dr. Ángel Gil, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada y Presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición,  confirmaba la existencia de,  al menos,  “130 genes relacionados con la obesidad“, una cifra que va en aumento.
De entre las posibles soluciones que se plantearon para combatir la obesidad infantil en este Congreso se resaltaría adoptar un estilo de vida saludable asentado en la práctica de una actividad física cada semana, reducir el tiempo dedicado a las nuevas tecnologías e impulsar la educación física y alimentaria desde la escuela y el ámbito familiar.
Actualmente, la obesidad es uno de los grandes problemas que padece la población, pero si todos aportamos nuestro granito de arena lograremos que nuestros hijos gocen de ese bienestar físico y mental tan deseado en un futuro no muy lejano.
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